Cuando nos enfrentamos a una
etapa tan difícil, una prueba del destino la cual nos conduce a evaluar muchas
cosas importantes en nuestra vida, nuestros aciertos y desaciertos, pienso que
Dios no envía grandes retos, afrontarlos de manera positiva y valiente, está
muy dentro de nosotros mismos, rodearse de personas positivas y entusiastas,
llenarse de mucha fe y confianza en DIOS, nos arrojara a la tranquilidad que
necesitamos urgentemente en días que pensamos son tan oscuros.
Tener familia, amigos, compañeros
y ángeles rodeándote de energía positiva y dándote ese apoyo entusiasta que no
te deja decaer, es lo que me mantiene siempre luchando; es difícil, sí, pero no
es el fin del mundo, y estar en la situación de víctima fatal no te ayudara a luchar
por tu vida, esa vida maravillosa que todos los días le doy gracias a DIOS por
la oportunidad de vivirla, pocos la ven como una oportunidad, para mí fue una
oportunidad de acercarme más a DIOS y a las personas que más quiero y que sé
que me quieren de una forma positiva y desinteresada, ese amor que solo
corazones transparentes y limpios pueden dar, ese rostro alegre y entusiastas
que te visitan, personas lindas que
sacan tiempo para llamarte o escribirte, ese abrazo grande que te vivifica, es
ver a DIOS en los demás; todo ese amor y
ese buena energía que me transmitieron me daba la fuerza de aguantar los
dolores y lo traumáticos pinchazos, la náuseas y los confinamientos por horas
en exámenes largos y tediosos que me dejaban como en otra dimensión, es muy,
pero muy importante descubrir en vida que los grandes corazones y los seres
humanos, de verdad si existen, que no son producto de una fábula de un escritos
fantasioso que quiere contagiarnos de historias irreales.
En días como hoy cuando veo las
cicatrices de su paso por mi vida, me doy cuenta que no lo soñé, que fue real,
que si paso, pero que el ver caer el pelo de mi cabeza, las pestañas, perder
desmedidamente peso y verme al espejo como casi un esqueleto, fue verdad, pero también
recuerdo, que cuando veía mi reflejo pensaba, estoy viva, vivo, todo va a
mejorar, todo esto va a pasar, tengo mucho por vivir, muchos sueños por
cumplir, muchas metas que alcanzar, yo quiero vivir, y tenía largar horas de
reflexión y de charla con DIOS, donde aceptaba mis errores y muchas faltas,
pero igual pensaba él está conmigo me da fuerzas y no me ha abandonado.
Definitivamente cambia la vida,
pero yo, bueno yo también cambie, sin dejar de ser quien soy, tengo temor de
decir que ya no está, porque puede que este, me cuido y todo indica que ya no está,
y si vuelve tengo que afrontarlo y con la ayuda de DIOS, y la sabiduría que le dé a los Médicos, los
cuidados de mi familia y la gran energía positiva que me rodea.
Pienso, tantas personas se quejan
por asuntos minúsculos en su vida, que para ellos son el fin del mundo y no
piensan que en algún lugar alguien tiene un verdadero problemas llamado cáncer,
que lo amenaza de manera real con llevarse su vida, que necesita que dejes de ser
negativo y fatalistas y le ayudes a luchar contra el cáncer, a disminuir su
poder, dejen de empoderarlo como fatal, que solo DIOS da la última palabra.
Las personas fatalistas las
descuide considerablemente de mi vida, ellos son el verdadero cáncer.
LA LUCHA ES TODOS LOS DÍAS.
Por Ck Lourido
Por Ck Lourido