Que preparación tiene nuestros futuros gobernantes, sin duda alguna las elecciones que tendremos en los próximos meses están moviendo mucho el ambiente político de las regiones, las personas que se están postulando para los altos cargos de la ciudad y departamentos del país están realmente preparado para esta labor o solo buscan proyectar más su vida política y alimentar su ego, el cuento de la política en la actualidad no se trata solamente de ser personas con trayectoria y conocimiento en lo político, como ciudadanos debemos exigir a las personas que se están postulando a dirigir nuestras poblaciones podamos evidenciar en su recorrido una preocupación por preparase académicamente para enfrentar los retos de dirigir o liderar un departamento o una ciudad, que no nos tomen como conejitos de indias para tener una continuidad en el devenir político, no debemos céntranos solo en esa demagogia típica de los candidatos o el clientelismo que son las formas más comunes de llamar la atención como políticos de la vieja escuela, necesitamos gobernantes que se formen académicamente, formalmente para dirigir.
Necesitamos alcaldes y gobernadores idóneos, que si bien tengan el discurso político y el perfil en lo público, muestren credenciales que se preparen en administración de ciudad, con especializaciones, maestrías y doctorados. Que tomen el cargo de alcaldía y gobernación como una estación más en su ramillete político, como una oportunidad más de llenarse los bolsillo y favorecer a los suyos, necesitamos equidad, trasparecía pero sobre todo mucha sensatez para realizar un buen uso del poder y poder tomar las mejor decisiones cuando los elijamos.
Que podemos espera si algunos
candidatos a las alcaldías son mucho más preparados que los que se perfilan
para Gobernadores, muchos de ellos son políticos con gran recorrido, pero que
su incansable labor política no les ha permitido actualizarse profesionalmente
para ser más eficientes y darnos mejor
calidad de propuestas, los políticos deberían funcionar como los software, actualizarse
cada año para prestar mejores servicios y en la misma medida ser más
eficientes, para cuando obtengan el cargo, tengan la capacidad de discernimiento
y no emule programas políticos de ciudades desarrolladas en nuestras tierras si
tener un contexto en lugar de ser positivos son desastrosos.
Somos nosotros, somos ciudad, somos
departamento, somos país, y nosotros escogemos quien nos va a dirigir; piense, que
si no sabe leer, muchos menos nos va a enseñar; y no siempre los conocimientos empíricos
nos prepara para la vida, y rodearse de profesionales idóneos no es la solución,
si el líder no está preparado, porque la salida de muchos “lideres” no es
asumir, es culpar a sus asesores o funcionarios y el quedar como un príncipe ante
la opción publica con su discurso demagógico ilusionista.
Piense y escoja bien a las
personas que le gustaría para dirigir, no se venda con espejismos, verifique el
perfil de los candidatos, Porque de buenas intenciones está lleno el infierno.
Por Carolina Lourido
